Un hombre sospechado de ser el autor del atentado contra las oficinas de la Sociedad Rural, donde explotó una encomienda dirigida al presidente de la entidad, Nicolás Pino, fue detenido este sábado por la mañana, según pudo confirmar LA NACION. Se trata de Alberto Santiago Soria, de 40 años.
Según fuentes al tanto del expediente, se trata de un agente inmobiliario que fue apresado durante un allanamiento en su domicilio porteño de Floresta, ubicado entre las calles Juan B. Justo y Chivilcoy.
De acuerdo a información judicial, Soria registraba un antecedente: una orden para comparecer como imputado en 2017 en una causa en la que se le atribuyeron amenazas antisemitas anónimas y que es investigada por la Fiscalía Penal N° 5 de la Ciudad, a cargo del doctor Miguel Kessler.
Su identificación se logró por el rastreo de cámaras ubicadas en las cercanías del lugar donde dejó el paquete explosivo, en el barrio de Barracas, y por el seguimiento de su trayecto previo a esa entrega, ya que, como utilizó líneas de colectivo, se analizó su tarjeta SUBE.
“De todo eso surgió un único perfil probable, que tras ser sometido a un exhaustivo análisis comparativo científico (antroposcométrico) tanto del rostro como de la postura corporal (efectuado por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad), dio resultado positivo, y precipitó su allanamiento y detención”, indicó la información oficial.
Además, en el domicilio de este hombre encontraron una guía “T” de la Ciudad en la que aparece una inscripción manuscrita, supuestamente hecha por el sospechoso, que dice “La Rural”, seguida de la anotación del cuadrante 52 A-5, que se corresponde con la ubicación de las oficinas de Juncal al 4450 donde llegó la encomienda.
La detención la dispuso el juez federal Daniel Rafecas, del Juzgado N° 7, quien tiene a su cargo la causa, en base a una pesquisa que lideró la División de Investigaciones Especiales de la Policía de la Ciudad.
Ahora, Soria será trasladado a los tribunales de Comodoro Py para ser indagado por los delitos de explosión, lesiones dolosas múltiples y daños materiales. Después lo derivarán a una cárcel del Sistema Penitenciario Federal (SPF).
La intención de las autoridades será determinar los móviles del ataque y si existen posibles cómplices. Asimismo están a la espera de las pericias sobre el componente químico empleado para fabricar el explosivo; el daño a la salud de las personas trasladadas al Hospital Fernández por inhalar el humo posterior a la detonación; y la cuantificación de los daños materiales causados.
La captura del principal sospechoso se produjo dos días después del hecho, que tuvo lugar el jueves por la mañana, cuando la secretaria de Pino, Pamela Sousa, abrió la encomienda que llegó a las oficinas de Palermo y se produjo la detonación. Tras esto, tanto ella, como su jefe, dos personas más que aspiraron el humo posterior a la explosión y personal médico (en total siete personas) fueron derivadas al Hospital Fernández para evaluar que no hubieran estado en contacto con material tóxico.
De ahí en adelante se montó un megaoperativo coordinado por las fuerzas de la Ciudad no solo para barrer el edificio sino todo el barrio, con el objetivo de determinar que no hubiera otras amenazas. También se remitieron las muestras de los hisopados al Instituto Malbrán y a la Facultad de Bioquímica, y comenzó el análisis de las pruebas para intentar dar con el autor.
LA NACION
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