Después de varias semanas de duro enfrentamiento entre el Gobierno y la empresa de salud privada de Claudio Belocopitt, Swiss Medical, empezaron a llegar lo que ambas partes calificaron como “buenas noticias”. La compañía inició el proceso para sumarse al listado impulsado por la gestión de Javier Milei para que los afiliados deriven sus aportes directamente y no los triangulen a través obras sociales u otros intermediarios. Fuentes oficiales habían descripto a estos últimos pasos como “los peajes de la salud”.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, informó la decisión de Swiss Medical y sostuvo en conferencia de prensa que, a través de esta medida, “los beneficiarios van a elegir con libertad su cobertura de salud sin costos adicionales ni peajes que no generan ningún valor y que ofician de caja negra”.
De este modo, Swiss Medical es la primera prepaga considerada de las grandes en anotarse en el Registro de Agente del Seguro de Salud. Pese a los “chispazos” con el Gobierno, desde la empresa indicaron que se sumaron a esta iniciativa del Gobierno porque “se comparte la mirada”.
¿Qué implica que los afiliados de Swiss Medical puedan dejar de triangular? Según explicaron fuentes oficiales, los fondos que perciben las prepagas ingresan primero en las obras sociales. En términos prácticos, un trabajador en relación de dependencia deriva parte de los aportes de su empleador a la obra social correspondiente de su rubro y luego ese dinero sigue su curso para pagar la prepaga.
Las obras sociales absorben $ 8600 millones mensuales por la triangulación de aportes hacia prepagas
Según describieron desde los despachos de Gobierno, ese proceso recauda mensualmente $8600 millones, dado que la intermediación puede costar entre un 3% y 7% según el caso.
Tal como describió un funcionario al tanto del proceso de inscripción de Swiss Medical en este registro, la prepaga tiene aproximadamente un millón de afiliados y “el 60% triangulaba”. En consecuencia, un primer impacto de esta decisión llegaría a unas 600.000 personas.
Esta misma fuente especificó que un caso testigo de esta intermediación es el de la Obra Social del Personal de Control Externo (Ospoce). Tiene 221.268 afiliados y 153.939 derivan aportes a una prepaga, según datos oficiales. De ellos, 93.275 triangulan hacia Swiss Medical. “En ningún lado se detalla adónde van esos recursos para la obra social, qué subsidio recibe cada persona y mucho menos describen qué se hace con esa plata”, sostuvo.
Desde el Gobierno esperan que, luego de la determinación de la empresa dirigida por Belocopitt, se sumen más prestadoras de salud privada. Este registro para poner fin a la triangulación de aportes fue introducido en el “megadecreto” de diciembre del año pasado y el Ejecutivo lo abrió en marzo. Pasaron seis meses hasta que llegó “la primera buena noticia”, tal como graficaron en la Superintendencia de Servicios de Salud.
Según estimaciones oficiales, el 15% del sistema de salud argentino está compuesto por empresas de medicina privada. Esto significa que cerca de seis millones de personas tienen prepaga. De ellas, cinco millones acceden al servicio a través del pago de sus empleadores. Por lo tanto, dentro de este último grupo podría impactar la inscripción de compañías al listado de agentes de seguro de salud del Gobierno.