El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA)
lanzó un repudiable comunicado en X, respecto a la agresión sufrida por
periodistas en la violenta manifestación de extrema izquierda frente
al Congreso de la Nación, el 9 de octubre.
Aunque la organización afirma "condenar cualquier
tipo de violencia" contra los trabajadores de prensa y abogar
por la libertad de expresión, su falta de solidaridad con Fran
Fijap, un periodista liberal que fue brutalmente agredido durante
la misma manifestación, expone su clara hipocresía.
El periodista independiente Fijap fue atacado por
una horda de terroristas mientras realizaba su trabajo de
cobertura periodística en la protesta organizada por sectores kirchneristas y
de izquierda, que rechazaban el veto presidencial a la Ley de
Financiamiento Universitario.
El periodista fue golpeado, escupido,
y su celular fue robado mientras intentaba hacer entrevistas y
llevar adelante su labor informativa.
Lo que resulta aún más alarmante es que, tras el ataque,
tuvo que refugiarse en un local cercano al Congreso para evitar
que lo maten, mientras la situación escalaba al punto de que la policía
tuvo que intervenir con gas pimienta para dispersar a los terroristas
de izquierda y rescatar al periodista.
Este tipo de ataque no solo representa un atentado
contra la libertad de prensa, sino que además muestra la creciente intolerancia de
aquellos que no creen en la libertad de expresión.
Fijap fue víctima de una clara persecución política e intento
de homicidio mientras simplemente intentaba cumplir con su deber como
periodista.
Sin embargo, a pesar de la gravedad de los
hechos y de la amplia repercusión que estos tuvieron en las redes sociales,
FOPEA decidió omitir cualquier mención a este caso en su
comunicado oficial.
El comunicado de FOPEA menciona a varios periodistas que
fueron "agredidos" durante la misma protesta, incluyendo a
cronistas de medios como Crónica TV, A24 y C5N.
No obstante, lo que resulta indignante es
la total ausencia de referencia a Fran Fijap. Esta omisión no puede
ser interpretada de otra manera que como un acto de parcialidad
deliberada, que va en contra de los principios de la
organización.
FOPEA se presenta como un ente que aboga por la libertad
de prensa y la protección de los periodistas, pero al
seleccionar cuidadosamente a quiénes extiende su solidaridad, traiciona
sus propios principios.
La defensa de la libertad de expresión no puede ser
aplicable solo a quienes comparten una determinada orientación política
o ideológica. FOPEA debería proteger a todos los periodistas por
igual, sin distinciones ideológicas.
Sin embargo, al no mencionar a Fijap en su
comunicado, el Foro de Periodismo Argentino muestra una clara tendencia a
aplicar sus principios de manera selectiva, discriminando a
aquellos que no encajan en su visión ideológica.
¿Por qué FOPEA elige
ignorar a un periodista liberal brutalmente atacado? ¿Acaso la violencia solo
es condenable cuando las víctimas son periodistas afines a ciertas corrientes
ideológicas?
Este tipo de postura no solo es hipócrita, sino
que además destruye la poca credibilidad de FOPEA como una
organización que supuestamente defiende los "valores fundamentales de
la libertad de prensa y de expresión".
El rol de las organizaciones que defienden la libertad de
prensa es, precisamente, garantizar que todos los periodistas, sin
importar su postura política, puedan ejercer su trabajo con libertad y sin
temor a represalias.
La violencia contra los periodistas, sin importar su
afiliación o sus puntos de vista, debería ser siempre condenada de manera
unánime y firme. La libertad de expresión no puede ser selectiva.